lunes, 13 de septiembre de 2010

¡Liberad a los murciélagos!

En este blog parece que nada más se habla de murciélagos, ¿verdad? Bueno, al fin y al cabo es un blog dedicado al BATCAVE, luego es normal... Resulta curioso, y juro que no lo he hecho intencionadamente, pues ya lo tenía planeado de antemano, que hoy, en el día de mi decimonoveno cumpleaños, me haya decidido a hablar de esta banda en concreto... nada más y nada menos que The Birthday Party, uno de los primeros proyectos del australiano Nick Cave.
Para hablar de Nick Cave necesitaríamos unos cuantos de posts, así que hoy nos dedicaremos exclusivamente de este grupo. Otro día hablaremos de sus "Malas Semillas".

Me he tomado la libertad de traducir al castellano la sentencia "Release the bats!", que viene a significar algo así como el título de este pequeño artículo indica. Puede que a muchos no os suene esta simpática frase, o puede que sí; por vuestro bien, yo espero que más bien lo segundo. Pues bien, para los que no sepan a qué me refiero con "¡Liberad a los murciélagos!", tengo que decir que es el título de una canción de The Birthday Party que la banda compuso así más o menos en plan broma pero que, curiosamente, pronto se convertiría en su tema más conocido. También el mismo Nick Cave usó esta frase para burlarse de su propia condición de gótico (así de simpático es este hombre).
En fin, Nick comenzó su carrera en The Boys Next Door, banda punk australiana especializada en covers de Alice Cooper, pero que al mudarse a Londres en 1980 se transformaría en The Birthday Party. En seguida ganaron una reputación de fuerte presencia en el escenario alternativo de la capital inglesa gracias a sus incendiarias actuaciones en vivo (que eran como caóticas e hiperactivas exploraciones de las negras profundidades del alma humana). Por cierto, el título de su single de 1981, del que ya hemos hablado, fue utilizado posteriormente como nombre de un club gótico californiano de Long Beach- para que veáis que efectivamente ha trascendido-, y parecía resumir toda la seducción y el espíritu del Batcave, con su mantra maníaco de "sexo, horror, sexo, murciélagos, sexo, horror, sexo, vampiros" (es toda una delicia escuchar el tema, lo digo en serio, por eso lo dejo más abajo para que tengáis la oportunidad de pasar un buen rato oyéndolo).

Más cerca del conflictivo corazón del furioso australiano, tal vez, se encontraban sus frecuentes caídas en la locura lírica, que recordaban las ficciones febriles de escritores góticos del sur, como Cormac McCarthy (resulta también curioso que el propio Nick Cave haya compuesto parte de la banda sonora de la película The Road, basada en la novela de este autor del mismo título y que, por cierto, recomiendo leer) o Flannery O'Connor, en donde la enajenación y la endogamia del sur profundo de los Estados Unidos vienen a ser como los elementos sobrenaturales de la literatura gótica tradicional, la que conocemos del siglo XIX. En temas tales como el inquietante "Deep in the Woods", el amor degenera en obsesión, odio, caos y asesinato en un entorno de miseria rural (Cave le dio firmeza a esta conexión con la tradición gótica del sur en su novela de 1989, "Y el asno vio al ángel", celebrada por tener "un sentimiento visionario; siempre sujeto a un humor negro bíblico", y por ser una novela con las suficientes visiones, presagios y locuras como para ser considerada la segunda mejor historia que haya sido contada).
Durante la década de los ochenta, las meditaciones de Cave sobre la pasión violenta lo llevarían a chocar con las sensibilidades liberales de la prensa musical, ya que algunos escritores comenzaban a sentir que sus imágenes cruzaban los límites de la fantasía gótica y la misoginia inaceptable. De hecho, el editor de NME prohibió la cobertura de Cave porque consideraba que el australiano "fomentaba el mal". Más tarde, el propio Nick confesaría que la grabación más ofensiva fue esta "Deep in the Woods", que trataba sobre el asesinato de una niña desde el punto de vista del asesino; él mismo dice que es la única canción que se arrepiente de haber escrito.
La caída de Birthday Party en 1983 coincide con las frecuentes visitas de Cave al Batcave, que para el australiano era "mejor que la mayoría de los clubes de Londres. Por lo menos es oscuro, y algo sucio, mientras que la mayoría de los clubes buscan el lujo". El lugar resultó ser una fructífera tierra de reclutamiento de colaboradores de otros proyectos artísticos, además de reunir a su nueva banda, Bad Seeds pero, como ya hemos dicho, esto forma parte de otra historia. Continuará, como suele decirse, más tarde. Antes hablaremos de otros músicos, otras bandas, otras anécdotas. Por hoy, me despido.

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